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jueves, 24 de julio de 2014

Árboles en nuestro Jardín: Arrayán o Palo colorado.






Nombre científico: Luma apiculata.
Clase: Magnoliopsida.
División: Magnoliophyta.
Orden: Myrtales.
Familia: Myrtaceae.
Género: Luma.




    Hoy vengo a contarles de esta especie que me gusta mucho. El Arrayán es un árbol o arbusto siempre verde, de copa esférica o columnar, puede alcanzar hasta 25 [m] de altura y 15[m] de diámetro de copa. El tronco por su parte, puede llegar a medir 50 [cm], siendo su color anaranjado y manchas blancas la característica que más me atrae. En los ejemplares jóvenes, el tronco posee un color grisáceo, el cual al madurar desprende trozos en forma de cuadrante, dejando en evidencia la corteza nueva de color rosado-blanquecino (Riedemann y Aldunate, 2011; Donoso, 2006).  

   Las hojas son simples, opuestas, coriáceas, aromáticas, de 1 a 2 [cm] de ancho, de forma redonda u ovalada, cuya terminación es una especie de mucrón de color verde oscuro billante en el haz y más pálida en el envés, de borde liso y pecíolo corto (Riedemann y Aldunate, 2011; Montengro, 2000; Hoffmann, 1998b).

     Las flores son pequeñas, de color blanco cremoso, axilares, hermafroditas, solitarias o en grupos de 3 a 5. El cáliz y la corola están integrados por 4 piezas mientras que los estambres son muy numerosos y rodean a un pistilo largo y ligeramente rojizo. Florece de primavera a otoño (Riedemann y Aldunate, 2011; Montenegro, 2000; Donoso, 2006). El fruto es una baya de aproximadamente 1,5 [cm] de diámetro, de color rojiza al comienzo y luego de color negro-violácea cuando madura en otoño, la cual puede contener 3 semillas en su interior y se caracteriza por no tener tejido nutritivo (Montenegro, 2000).

      Presenta un sistema radicular que contribuye a afirmar riberas de cursos de agua (Riedemann y Aldunate, 2011). Es una especia de crecimiento medio y longevidad media. 

       En Chile la especie es nativa y se distribuye desde la Región de Valparaíso hasta la Región de Aysén del General Carlos Ibañez del Campo, en ambas cordilleras hasta los 1.000[msnm], particularmente en quebradas y a orillas de cursos de agua. También se puede encontrar en Argentina.

      Dentro de los requerimientos ecológicos y de manejo, el Arrayán se desarrolla bajo condiciones de clima mediterráneo y de clima oceánico templado húmedo y seco en todas sus amplitudes (Donoso, 2006). No presenta requerimientos específicos de suelo, dado su amplio rango de distribución, sin embargo, la condición necesaria es que el suelo disponga de un buen abastecimiento de humedad. Por último, crece preferentemente cerca de aguas de ríos, lagos y quebradas, ya que busca condiciones de humedad (Donoso, 2006). Puede crecer en pleno sol o semisombra, requiere de riego frecuente, con buen drenaje y luminosidad. Resiste bien las podas, las que se recomiendan sólo de formación y despeje. Tolera un ph de neutro a ácido. 

      Se propaga por semillas y esquejes apicales que se ponen en cama fría en arena, con hormonas enraizantes, durante el verano (Riedemann y Aldunate, 2011). 

     Las recomendaciones del lugar de plantación, este puede ser en plazas, parques y jardines ubicados entre la región del Maule y la región de Aysén, así como también, en lugares cercanos a cursos de agua, acequias y canales.

     En cuanto a los usos y funciones, el Arrayán se emplea como especie ornamental y como bosque de ribera para la protección de cursos de agua (por la firmeza de su sistema reticular). El fruto es comestible, de agradable sabor dulce y del cual se prepara un tónico fortificante y una chicha. La corteza nueva se usa para teñir lanas de color rosado. En medicina homeopática, las hojas, corteza y flores se utilizan como astringente contra enfermedades cutáneas, para detener hemorragias. Como infusión cura las heridas internas, las vías urinarias y dolores musculares. También tendría propiedades para aliviar dolores estomacales, problemas bronquiales, asma y tuberculosis (Montenegro, 2000; Hoffmann, 1998b).

     Finalmente, es considerada una especie melífera, de la cual la abeja colecta el néctar de las flores durante el período de octubre a abril (Montenegro, 2000).


     Como dato personal puedo decir que el Arrayán es un árbol de crecimiento lento, pero de una belleza distintiva gracias al hermoso tono naranja de su tronco. Es necesario recordar que la humedad es base para el crecimiento de esta especie. Solo en una oportunidad he podido ver arrayanes que medían más de 10 [m] de altura y eso fue en la localidad de Hornopirén en la Región de los Lagos. En la región del Biobío he encontrado ejemplares más pequeños, la mayoría en sectores cercanos a causes de ríos, lagunas o lagos, siendo su tamaño no superior a los 3[m]. Como árbol de jardín, es posible encontrar diversos arrayanes en el campus de la Universidad de Concepción en la ciudad del mismo nombre. La forma de copa esférica también le da un toque muy particular a este árbol a diferencia de los pinos pequeños que son muy comunes en algunos jardines de hoy en día. 

     Fomentando las especies nativas, puedo decir que el Arrayán es sin duda una opción muy bonita para los jardines de nuestras casas. 


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Fuente:
CONAF (2014), "Árboles Urbanos de Chile: Guía de reconocimiento." Programa de arborización: Un Chileno, Un Árbol. 


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